El primer hat-trick en un Mundial fue de un gringo + Cuando el fútbol fue tan aburrido que obligaron a cambiar las reglas (Video)

En esta edición:

• El primer hat-trick en un Mundial fue de un gringo

• Cuando el fútbol fue tan aburrido que obligaron a cambiar las reglas (Video)

• Semana Futbolera: Central American Cup LDA juega su tercer final. Linda semana de UCL

NÚMERO UNO EN TODO

El primer hat-trick en un Mundial fue de un gringo

En la memoria del fútbol mundial hay nombres que brillan con luz propia, pero también hay héroes cuyas hazañas permanecieron injustamente en las sombras durante décadas. Este es el caso de Bert Patenaude, el delantero estadounidense que anotó el primer triplete en la historia de los Mundiales de Fútbol.

Era el 17 de julio de 1930, en el Estadio Gran Parque Central de Montevideo, Uruguay, durante el primer Mundial de Fútbol de la historia. Estados Unidos enfrentaba a Paraguay en la fase de grupos. Patenaude, con apenas 20 años y siendo el jugador más joven del equipo estadounidense, escribió su nombre en la historia al marcar tres goles en la victoria 3-0 sobre los paraguayos, campeones vigentes de la Copa América.

El delantero nacido en Fall River, Massachusetts, abrió el marcador en el minuto 10, amplió la ventaja en el minuto 15 y selló su triplete en el minuto 50. Sin embargo, su logro permaneció en el olvido durante 76 años.

Una injusticia histórica

Durante más de siete décadas, el argentino Guillermo Stábile fue reconocido como el autor del primer hat-trick mundialista, tras anotar tres goles contra México dos días después del partido de Patenaude, en la victoria 6-3 de Argentina. La confusión surgió porque inicialmente se atribuyó el segundo gol de Estados Unidos contra Paraguay a Tom Florie o como autogol de Aurelio González.

Fue gracias a la investigación del historiador canadiense Colin Jose que la verdad finalmente salió a la luz. Jose descubrió reportes de periódicos argentinos y brasileños de la época que confirmaban los tres goles de Patenaude. El diario brasileño O Estado de São Paulo y el argentino La Prensa documentaron claramente la autoría de los tantos.

Finalmente, el 10 de noviembre de 2006, la FIFA rectificó oficialmente sus registros y reconoció a Bert Patenaude como el verdadero autor del primer hat-trick en la historia de los Mundiales.

Un goleador prolífico

Patenaude no solo destacó en el Mundial. Durante su carrera profesional fue un artillero letal, anotando 119 goles en 125 partidos en la American Soccer League entre 1928 y 1931. Llegó a marcar cinco goles en un solo partido en múltiples ocasiones, una hazaña que repetirá a lo largo de su carrera con distintos equipos.

En el Mundial de 1930, terminó como el tercer máximo goleador con cuatro tantos (uno contra Bélgica y el triplete ante Paraguay), récord que mantuvo como el máximo anotador estadounidense en Mundiales durante 80 años, hasta que Landon Donovan lo superó en 2010.

Irónicamente, a pesar de estar en su mejor momento, Patenaude no fue convocado para el Mundial de Italia 1934 debido a una suspensión de su club por problemas disciplinarios.

Un legado recuperado

Bert Patenaude fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol de Estados Unidos en 1971. Tras retirarse del fútbol, trabajó como pintor y carpintero en su natal Fall River hasta su fallecimiento el 4 de noviembre de 1974, curiosamente el día de su 65 cumpleaños.

Su historia nos recuerda que en el deporte, como en la vida, la verdad puede tardar en emerger, pero eventualmente encuentra su camino. Hoy, cuando se habla del primer hat-trick mundialista, el nombre de Bert Patenaude ocupa el lugar que siempre le correspondió en los libros de historia del fútbol.

REVOLUCIÓN TÁCTICA

Cuando el fútbol fue tan aburrido que obligaron a cambiar las reglas (Video)

El 24 de julio de 1992, en el partido inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el fútbol cambió para siempre. Por primera vez en la historia, los porteros no podían recoger con las manos un pase de un compañero de equipo realizado con el pie. Nacía la regla de la cesión, una norma que revolucionaría la táctica del fútbol moderno y que surgió como respuesta directa al Mundial más soporífero que se recuerda.

El Mundial que mató el espectáculo

Italia 1990 pasó a la historia como el campeonato del mundo más defensivo y aburrido jamás disputado. Con apenas 2,21 goles por partido, la Copa del Mundo alcanzó el promedio goleador más bajo de su historia. De los 52 partidos del torneo, hubo cinco empates sin goles y quince victorias por un solo tanto. Solo un equipo logró remontar un marcador adverso en tiempo reglamentario durante todo el campeonato.

El ejemplo más notorio del juego negativo fue el encuentro entre Irlanda y Egipto el 17 de junio de 1990, considerado por muchos como el partido más tedioso en la historia de los Mundiales. Según el periodista británico Adam Hurrey, alguien calculó que el portero irlandés Pat Bonner tuvo el balón en sus manos durante seis minutos del partido, lo que representa el siete por ciento del tiempo total de juego. Era una táctica legal pero destructiva: los defensores pasaban constantemente el balón al guardameta, quien lo recogía con las manos para hacer perder tiempo.

La FIFA, alarmada por el espectáculo rácano, no podía permitir que esto continuara.

La Task Force 2000 y el impulso de Sepp Blatter

Según el relato que ha trascendido, fue durante ese verano italiano cuando Sepp Blatter, entonces secretario general de la FIFA, abandonó asqueado el palco ante el frustrante espectáculo de equipos que se adelantaban en el marcador y luego se dedicaban a pasar el balón entre el portero y los centrales durante el resto del partido.

El 13 de diciembre de 1990, Blatter y el director técnico de la FIFA, Walter Gagg, presentaron un grupo de trabajo pretenciosamente llamado "Task Force 2000". Su misión era clara: diseñar el fútbol del futuro. Se evaluaron ideas extremas como cuartos de tiempo de 25 minutos o porterías más grandes. Cualquier cosa podría servir para revitalizar el espectáculo.

El partido que colmó el vaso

Aunque el Mundial de Italia 1990 encendió la alarma, fue un partido de la Copa Libertadores 1991 el que terminó por convencer a la FIFA de que era urgente actuar. El 5 de abril de 1991, Boca Juniors de Argentina y Oriente Petrolero de Bolivia se enfrentaron en la última fecha de la primera fase. Un empate entre ambos equipos beneficiaba a los dos y eliminaba a River Plate, el archirrival de Boca.

Durante los 90 minutos, ambos equipos abusaron descaradamente del pase al portero, quien recogía el balón con las manos una y otra vez para hacer tiempo. El escándalo fue internacional y aceleró la decisión de la FIFA.

La International Board toma acción

La FIFA ya había expresado públicamente su posición antes de la votación: "El arquero tiene un privilegio poco común en el fútbol. El uso de sus manos para evitar que el balón entre en su portería, lo que de otro modo sería prácticamente imposible. Pero es un privilegio del que no se debe abusar".

Funcionó. En mayo de 1992, durante su sesión número 106, la International Football Association Board aprobó la nueva normativa. La regla 12, sección 2, establecía que cada vez que un portero recogiera con la mano un pase intencionado de un compañero realizado con el pie, se sancionaría con tiro libre indirecto. La medida comenzaría a regir el 24 de julio de 1992, justo después de la Eurocopa y antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El debut en Barcelona '92

El arquero español Javier López Vallejo fue uno de los primeros en enfrentar la nueva regla en el torneo olímpico. "El hábito de cogerla con la mano estaba absolutamente arraigado y de la noche a la mañana tuve que cambiarlo", recordó años después para la revista Panenka. "La mejor manera para evitar esas situaciones fue acordar con mis compañeros que no me pasaran el balón. Las cesiones solo se producían si eran muy claras y tenía un pase fácil".

Una revolución táctica permanente

La regla de la cesión transformó radicalmente el fútbol moderno. Los porteros tuvieron que desarrollar habilidades con los pies que antes no eran prioritarias. Guardametas como Peter Schmeichel, Manuel Neuer y Alisson Becker se convirtieron en referentes de una nueva generación de arqueros que actúan como un jugador más de campo, capaces de iniciar jugadas de ataque desde su área.

Los equipos también debieron adaptar sus estrategias defensivas. Ya no podían recurrir al pase seguro al portero cuando estaban bajo presión. Esto obligó a una mayor habilidad técnica en los defensores y fomentó un juego más ofensivo y dinámico.

Treinta y tres años después de su implementación, la regla de la cesión permanece como uno de los cambios reglamentarios más trascendentales en la historia del fútbol, un recordatorio de que a veces el Mundial más aburrido puede ser el catalizador de la evolución del juego que amamos.

SEMANA FUTBOLERA

Central American Cup LDA juega su tercer final. Linda semana de UCL.

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